Esta tela se caracteriza por la presencia en su superficie de pequeñas cicatrices. Esta característica surge debido al hecho de que durante la fabricación de hilos de diferentes espesores se utilizan. Se usa un hilo delgado como base y se pasa un hilo más grueso sobre el pato. Este principio de creación de telas fue acuñado en la Edad Media en Francia en una ciudad llamada Avignon.
El popelín, debido a su peculiaridad, se siente muy suave y agradable al tacto. La fuerza y la densidad de la popelina es similar a la tela que se utiliza para hacer la ropa de trabajo. Las ventajas de este maravilloso tejido incluyen su capacidad para verse bien en cualquier tono.
Ya en la etapa de producción, el popelín se divide en:
- blanqueado;
- multicolor
- impreso;
- lisa-pintado.
El popelín tolera las tinciones de manera estable, y cuando se usan tintes caros, es posible mantener los tejidos higiénicos. Durante el teñido, los tintes no se superponen simplemente sobre la tela, sino que impregnan cada hebra hasta la tinción completa. Este proceso de producción permite lograr una alta estabilidad y durabilidad del dibujo.
De popelina por lo general hacen pijamas de noche, vestidos de mujer, camisas de hombres y otras cosas que la gente usa todos los días.
También en gran demanda es la ropa de cama, hecha de popelina. Esta ropa tiene grandes ventajas sobre ropa de cama simple. Es mucho más fuerte de lo normal, conserva mejor su color y forma, y también tiene una superficie mucho más agradable. Muy a menudo, la ropa de cama está cosida de tela de algodón, y en este sentido, la ropa de popelina retiene mejor el calor y absorbe la humedad, creando un ambiente más agradable para que el cuerpo respire durante el sueño.
Otro aspecto muy importante en este asunto de los productos basados en popelín, es la relación entre la calidad y el valor relativamente económico. Todos estos detalles en total proporcionan una mayor sensación de comodidad y comodidad, y también no superan severamente el presupuesto familiar.
Los productos de popelín no requieren ninguna actitud y cuidado inusual. Son bastante fáciles de borrar, no hay problemas al planchar, hace tiempo que no se borran, pero un poco pierde satén por la resistencia al lavado. Los fabricantes a menudo no recomiendan que se lave a una temperatura de más de 30 grados Celsius.